Desde pequeña supe que lo mío era crear. Recuerdo ese momento mágico hojeando una revista en casa de mi abuela; ahí empezó todo.
Crecí en un hogar donde la decoración era parte de nuestro día a día. Mi madre tenía el don de convertir cualquier rincón en un lugar especial. De ella aprendí que la belleza está en cuidar los detalles con cariño y creatividad.
Me apasiona lo singular, lo diferente. Pinto, dibujo, imagino. Creo en la armonía, la emoción y la impecabilidad como forma de vida. Me gusta mezclar estilos, combinar piezas antiguas con
elementos más actuales, y lograr esa mezcla que refleja la personalidad de quien va a habitar el espacio. Porque no hay dos personas iguales, y los hogares tampoco deberían serlo.
Tras años de formación en diseño y emprendimiento, llegó el salto: dejé mi zona de confort para empezar de nuevo. Fue un camino lleno de miedo… y de descubrimiento. Más de 10 años después, cada proyecto sigue siendo un lienzo. He vivido en cinco casas que me han enseñado tanto como cualquier máster. Porque para mí, cada espacio es una oportunidad de contar una historia.
Si tu también quieres contar tu historia estas en el lugar correcto